Los beneficios de los narcotraficantes ascienden a mil cuatrocientos millones de dólares. Estos datos figuran en el reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
La ONU estima que los gobiernos de Asia Central no son lo suficientemente activos en la lucha contra el narcotráfico. La corrupción típica de esta región la convierte en una ruta ideal para el contrabando de estupefacientes, sostiene la ONU en su informe.
Hasta el año 2005, el tráfico de drogas desde Afganistán a través de la frontera con Tayikistán y su posterior transporte por el resto de Asia Central y Rusia era mucho menos intenso debido a la presencia de guardafronteras rusos en Tayikistán. Pero en los últimos años, las actividades ilícitas de los narcotraficantes afganos son tan enormes que ningún control eficiente establecido por las entidades competentes de Rusia resultan suficientes para solucionar el problema, dice nuestro experto Ígor Jojlov, del Instituto IMEMO de la Academia de Ciencias de Rusia.
—En principio, el problema debe ser resuelto en Afganistán. Rusia lo ha dicho en más de una ocasión. No deja de repetirlo desde hace ya más de una década. Lamentablemente, nuestros colegas de EEUU y Europa Occidental no prestan atención.
Cabe señalar que las cosechas de opio y los beneficios de los narcotraficantes han crecido miles de veces desde que la OTAN mantiene sus tropas en Afganistán, prosigue el analista.
—EEUU y la OTAN son tolerantes con los productores de heroína en Afganistán. Ésta es la postura oficial de la OTAN, formulada en muchas ocasiones. Dicen que en un país tan pobre como Afganistán el cultivo de adormidera y su transformación en opio y en heroína es la única fuente de ingresos para la población campesina que, de ser privada de la misma, se entregaría definitivamente a los talibanes. Lo dijeron muchas veces diversos funcionarios europeos de la OTAN y el propio jefe de las fuerzas aliadas en Afganistán. En esta situación, es difícil suponer que alguien esté luchando contra el narcotráfico en Afganistán.
Para comenzar, habría que dividir las responsabilidades entre la OTAN y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). La OTAN debería operar en Afganistán, mientras que la OTSC podría ocuparse de la búsqueda y captura de las bandas de narcotraficantes fuera del territorio afgano, sostiene el presidente de la Junta Supervisora del Instituto de Demografía, Migración y Desarrollo Regional de Rusia, Yuri Krupnov.
—La OTAN no tiene por qué luchar contra el tráfico de drogas. Debería neutralizar la producción de drogas en terrotorio de Afganistán. Tanto la OTAN, como la OTSC deben ocuparse cada una de su parte de trabajo. Pero EEUU ha llevado un año entero tratando de hacer pasar su iniciativa de lucha contra el tráfico de drogas en Asia Central. Con ella, buscaba adentrarse en la zona aprovechando Afganistán como cabeza de puente. No cabe duda de que la lucha contra el narcotráfico es un pretexto de los estadounidenses para introducir sus cuerpos policiales y servicios secretos dentro del terrorio de Asia Central.
Es necesario restablecer la economía de Afganistán. La normalización de la vida puede impedir la aparición de nuevos productores y traficantes de drogas, opina el especialista. Además, hay que desminuir el nivel de consumo de drogas en los países vecinos y combatir activamente la drogadicción, para de este modo reducir la demanda de estupefacientes.
"Casualmente" desde la ocupación estadounidense de Afganistán...
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