EEUU no encuentra una política para Latinoamérica
El anuncio de sustitución del responsable de América Latina en el Consejo de Seguridad que asesora a Barack Obama ha destapado el malestar del presidente por cómo se desarrolló en abril la Cumbre de las Américas. “¿Por qué no me habíais dicho esto?”, preguntó varias veces Obama a sus asesores cuando una tras otra las cosas se torcieron en la cumbre. Obama se encontró en Cartagena de Indias con que los términos en los que se centraban las discusiones no eran los que él pensaba. “El presidente estuvo molesto porque no le habían advertido convenientemente”, asegura un diplomático sobre la reacción de Obama que circula en la Secretaría de Estado.
Lo que tenía que ser el escaparate de un EEUU más involucrado que nunca en sus relaciones con el resto del hemisferio occidental, se convirtió en un caos. La protesta de los líderes radicales por la ausencia de Cuba, la insistencia de otros sobre la despenalización del consumo de drogas y el populismo de muchos tirando en direcciones distintas impidieron la redacción de un comunicado final. Para colmo, la relación con prostitutas de agentes del Servicio Secreto estadounidense, personal de Defensa y al parecer también de la agencia antidrogas (DEA) ha estado ocupando todos los titulares de prensa.
Dan Restrepo ha pagado por el desastre de la cumbre. Restrepo, de ascendencia colombiana y primero en hablar en español desde el podio de la Casa Blanca, ha sido el principal asesor de Obama sobre Latinoamérica, ya desde 2007. A su influencia se atribuyen las dos únicas líneas de actuación claras de la Casa Blanca respecto al resto del continente: el levantamiento de restricciones de viaje y envío de dinero a Cuba y la no respuesta a las provocaciones lanzadas por Hugo Chávez. Pero Washington no ha llevado a cabo una política de arquitectura regional. Ha prestado atención a la necesaria relación vecinal con México, la obligada lucha contra el narco en Centroamérica y el heredado acuerdo de libre comercio con Colombia, pero no ha abordado un diseño más ambicioso. En términos estratégicos, China se le está colando a EEUU en lo que era su ‘patio trasero’
No está claro que el sustituto de Restrepo en el Consejo de Seguridad, Ricardo Zúñiga, pueda acometerlo sin un decidido concurso desde la Secretaría de Estado, donde el negociado del hemisferio occidental, del que es responsable Roberta Jacobson, se encuentra empantanado. “Hacemos lo que Brasil y Colombia nos dicen”, aseguran fuentes internas disgustadas con la falta de una orientación propia. Ante la aparente ausencia de un interés particular en la mayor parte del subcontinente, EEUU estaría dejando que aumente la influencia de un Brasil en creciente papel de potencia regional, confiando en su beneficiosa función.
Zúñiga, de origen hondureño y diplomático de carrera, estuvo destinado en la misión diplomática de EEUU en La Habana y luego trabajó en la oficina de Cuba del Departamento de Estado. Ahora era consejero político de la Embajada en Brasil.
EE.UU. sigue sin entender lo que pasa en América Laina, igual que este columnista desorientado. No se dan cuenta que el mundo cambia, que hay una Revolución en marcha.
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