jueves, 20 de mayo de 2010

@chavezcandanga : "Bajar" de los "cerros" a la Urb. Twittter


Desde que el Presidente Chávez decidió, para sorpresa de muchos, abrir una cuenta en Twitter, han pasado unas semanas y se encamina meteóricamente a los casi 400 mil seguidores.
 
De manera similar a como ha descalificado la presencia chavista en el "mundo real", la oposición venezolana e internacional ha atacado tanto a la acción, a cómo la efectúa y a sus consecuencias. Dicen que como es socialista, Chávez no debe usar Twitter, mucho menos de un Blackberry, y que no tiene seguidores sino que somos pedigüeños o que nos obligaron a punta de fusil a apuntarnos como seguidores de @chavezcandanga, etc. Es de suponer que su manera de concebir al mundo es la de que los pobres los son porque quieren y no deben tener acceso a Interent ni a la tecnología, o que el socialismo es la negación de la tecnología y el bienestar, o quién sabe qué, una visión caricaturesca similar a la del personaje de "Susanita" creado por Quino en su memorable tira llamada "Mafalda".

El caso es que la derecha se volvió a pelar, y se sigue equivocando. De igual manera que criticaba a los seguidores de Chávez por ir en autobús a las marchas en Caracas desde el interior, como si no tener carro anulara tu existencia, descalifica a los seguidores de @chavezcandanga y a los que escribimos alli, aunque parezca insólito que quien no existe escriba. Ése es mi punto. El pueblo necesitado y agradecido, el pueblo chavista a quien nunca ven, porque nunca van a un barrio, ni "miran a los lados" ha irrumpido en la "urbanización" Twitter, para el horror de los opositores que monopolizaban estos espacios. Y claro que los monopolizan, porque aún hoy, a pesar de los esfuerzos por llevar Internet a tod@s los venezolanos mediante banda ancha casera o Infocentros comunitarios, es obvio que aún queda mucho por hacer. Sin embargo, se ha destapado una verdadera avalancha que por la misma razón, no hace sino comenzar. Es de suponer que a medida que avance la penetración de internet para todos, la presencia chavista aumente en la red. Y esto aterroriza a la derecha, cuya respuesta ha sido, como siempre, afrentosa al ser humano: descalificar e incluso burlarse de la gente, incluso de aquellos quienes manifiestan urgencias y necesidades terribles que, en seres menos enfermos, moverían al menos a la compasión. Su negación del otro, es nuestra afirmación del socialismo: una afirmación moral ineludible de que todos debemos disfrutar de salud, trabajo, vivienda, cultura, y las bondades que nos brinda la modernidad y la tecnología para bien de todo@s.

En lugar de ello, la derecha sigue mirándose el ombligo. En vez de ver en las necesidades de quienes solicitan ayudas urgentes o no a @chavezcandanga la espuela para continuar en el camino de acelerar los cambios y seguir en la senda de la reducción de la pobreza y la desigualdad verificada por varios organismos nacionales e internacionales como la CEPAL, el PNUD, la FAO, UNESCO, etc., ven en ello motivo de burla y exclaman en el colmo del cinismo que, como la Revolución no enderezó en 10 años lo que se torció en dos siglos, no sirve. Mucho menos "ven" a quienes saludan con afecto a @chavezcandanga , y se quedan en el limbo del desconcierto cuando se dan cuenta que muchos son sus "iguales": clase media, trabajadores, profesionales, estudiantes, etc.

El pueblo de izquierda, chavista, tiene tanto derecho a vivir en lo que en Venezuela llamamos "urbanizaciones" (zonas residenciales de clase media o media alta) como de utilizar internet, Twitter, YouTube, un Blackberry, su banda ancha, PC, etc., para comunicarse, aunque la principal diferencia es que, mientras la derecha usa internet para que la gente no piense, nosotros la usamos para lo opuesto. El socialismo se trata, entre otras cosas, de eliminar los ghettos, los apartheid, en el terreno que sea. La derecha se ha ocupado de mantenerlos y acentuarlos (durante años Nelson Mandela estuvo en la lista de "terroristas" del FBI). Y la Internet no es una excepción, imitando al "mundo real": En Venezuela, los pobres viven en "barrios", los demás en "Urbanizaciones". Los "barrios" están en "los cerros", las "urbanizaciones" en las "colinas". Internet era una cosa de "urbanización", de "mi apartamento" o "mi quinta".

La idea no es que internet suba cerro y entre en los ranchos, sino que el socialismo "suba" el cerro, lo eleve, lo urbanice, acabe con el "rancho" y con esa odiosa y oprobiosa distinción entre seres humanos y compatriotas, que los 20º de inclinación que uno sube para ir a casa se llame "cerro", y otro lo llame "colina", que a uno al final lo espere "el barrio", y al otro "la urbanización", a uno "el rancho" y al otro "la casa", "la quinta" o "el apartamento". Igual con el también odioso dicho "Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra", que refleja una ruralidad condenada al atraso y al olvido, a la discriminación. Esa perspectiva, en vez de aterrorizar a algunos compatriotas, debería ser su esperanza tanto como la nuestra.

@chavezcandanga refleja la necesidad de ese cambio y las razones de esa esperanza, al igual que el horror de la derecha por nuestra "irrupción" en su "Urbanización" virtual. Se deben estar preguntando algunos, ¿cómo cacerolearnos en Internet? ¿cómo poner rejas para impedirnos el paso? ¿Cómo callarnos? No podrán. A medida que más gente tenga acceso a la educación y a la tecnología, más podremos oponernos al odioso y suicida modelo de desarrollo que la cultura occidental con EE.UU. a la cabeza ha impuesto a la humanidad. La revuelta en internet es herramienta fundamental de la rebelión contra el capitalismo suicida, mientras logre hacer que la gente piense y no, como han hecho hasta ahora las corporaciones que dominan la comunicación, alimentar el consumismo y adormecer el intelecto. Parafraseando al Che, necesitamos crear dos, tres, muchos @chavezcandanga, en muchos frentes, en Internet y fuera de ella, "artillería del pensamiento" necesaria para ir asentando en la conciencia de quienes aún no están a nuestro lado la necesidad imperiosa de cambiar el modelo de "desarrollo" que condena a miles de millones a la muerte y la esclavitud y al mundo a su destrucción. Si me has leído hasta aquí, pregúntate: ¿crees que vale la pena esta causa? ¿de qué lado estarás, para mirar a la cara a tus hijos y a sus hijos? La respuesta, como dijo el poeta, está soplando en el viento.

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